Cuando dijeron que la vida no podía ser vista a través del ojo de una aguja

A veces las personas se sienten tan minimizadas en su historia que se inventan ser reconocidos materialmente para decir que... Son eficaces... Que son importantes... En pocas palabras que son imprescindibles. A algunos se les olvida que es mas importante el como vivir que el de que vivir, que hay veces que se preocupan en crear un imperio a su alrededor que se desmoronará en cuanto llegue a ellos la ausencia del cuerpo, porque a éstos se les olvida que la vida es efímera. A esos que cuando les dijeron que su vda no podía ser vista a través del ojo de una aguja, se creyeron los reyes del tablero de ajedrez, moviendo a su antojo a los peones, alfiles, torres y caballos, creen ingenuamente que pueden jugar a su conveniencia a los demás solo porque son los importantes del juego pero, si imprevistamente se encuentran con un "jaque mate" en el camino, se termina todo, no solo el juego, sino que arrastran la vida de las otras piezas del tablero. A aquellos que dijeron simplemente "Mi vida es tan grande que jamás podrá ser vista a través del ojo de una aguja" les digo que solo son parásitos, de la prepotencia, de la envidia, creyendo ser tan autosuficientes como para rechazar ayuda y hasta felicidad, pensando que pueden ser capaces de comprar su libertad y su dicha. A aquellos que se aferraron a deseos egoístas y sentimientos arribistas solo por decirse que son más necesarios que los demás, queda en su subconsciente que no podrán avanzar a una evolución espiritual, porque son activistas de la ceguera sentimental. Pero sé que también existen aquellos que lograron acertar la respuesta a la pregunta, aquellos que al final de todo, aún cuando les dijeron que la vida no puede ser vista a través del ojo de una aguja, se arriesgaron y fueron tan humildes de corazón que descifraron con orgullo, que es cierto, la vida es grande y bella, y que ¡como no! no es fácil mirarla a través de algo tan pequeño pero es posible y pudieron hacerlo, vieron que los problemas de esta forma pueden reducirse a su más mínima expresión, simplificar la alegría y así alcanzarla más rápido. A estos últimos admiro, porque yo aún intento con la aguja apuntando hacia mi ojo, ver la vida...