jueves, 3 de septiembre de 2009

MaS qUe PoR Mi PoR eLLoS...

Hola Dios, ¿me escuchas? según lo que me dicen muchos y lo que me enseñaron de joven podría asegurar que si me estas escuchando, aunque yo crea que solamente estoy hablando a mi conciencia. Quiero decirte que no siento que no me escuchaste nunca, quiero decirte que creo que no eres omnipotente, quiero decirte que creo que tienes fallas, quiero decirte que creo más en la teoría de que el hombre desciende del mono y no de un par que a él tu lo hiciste de barro y a ella de la costilla de éste. Dios, no te estoy reprochando esto a tí, digamos más bien que me lo estoy reprochando a mí, porque hace un rato dejó de importarme los domingos santificados a tu nombre, a darte las gracias por los alimentos que consumo a diario. Todo porque no salvaste a mi prima de una muerte que quizás ella buscó, quizás porque no curaste a mi abuela de una enfermedad que era incurable, quizás porque me siento perdido y no quiero encontrarme. Dios sé que debido a todo esto que choca y explota en mi cabeza, para muchas personas que conozco yo soy una oveja descarrilada en tu rebaño, y lo sé, quizás no fue que no me escuchaste, sino que te hiciste el sordo cuando te pedí de corazón que me ayudaras a pasar el examen para el que no estudié, a recuperar el dinero del semestre que me gasté apostando, Dios dejé de creer que eras omnipotente cuando descubrieron la mentira por la que te pedí que no se supiera. Y lo sé no tengo excusa, soy tu oveja más perdida. Y no quisiera ganarme tu perdón con unos pocos rezos, tampoco busco eso, pero... Sé que hay niños en la calle que no se comen ni siquiera un cuarto de lo que yo me puedo comer en el día y sé que ellos te piden que les des de comer, sé que hay madres que te aclaman con toda su alma que recuperes a sus hijos de los malos caminos, sé que hay padres que llegan a tu iglesia llorando por un milagro para que sus pequeños niños dejen de padecer esa triste enfermedad que no les deja vivr este mundo que tu nos diste. Por eso Dios, hoy te pido que los escuches, más que por mí, por ellos que recurren a tí como primera instancia y no como yo que te dejo de último. Dios Sálvales, escúchales y perdónales, esos niños que no tienen nada ni a nadie, esas madres que lloran por sus hijos, esos padres que no duermen aclamando tu milagro, escúchalos que ellos si acuden a tí con todo ese dogma al que le pusieron FE... Dios escucha mis plegarias que no son mías sino de ellos...