martes, 22 de febrero de 2011

ViOLeTa, La aMiGa bEnDiTa y La JeRiNgA

La chica de las cicatrices, callaba, esperaba tras la puerta, tras el teléfono; con jeringas entre sus dedos, con la droga maldita, con la amiga bendita, no se aseguraba de nada, pero tampoco dejaba que sus dudas la frenaran. ¿Qué nombre le ponemos a la chica de las cicatrices? Violeta? Si será violeta, ese era su color preferido, para las agujas, para las botas, para la ropa, para la liga que sostenía su circulación mientras insertaba aquella heroina en su sangre y su amiga bendita le sonreia y tocaba la cara, aprobando la droga maldita... Violeta comenzaba a volar, junto a su amiga bendita, se sentía segura, pero ya estaba enganchada "al caballo" como dicen los españoles. No le importaba mientras que ella estuviese ahi, no le importaba mientras que ella se quedara sosteniendo sus manos... Violeta dejó de respirar un día, mientras sentía que su cuerpo se iba, tuvo una visión su amiga le soltaba las manos, le soltaba la jeringa, la dejaba tirada. Violeta ahora era perseguida por monstruos que la querían devorar, ya era tarde para darse cuenta que la droga maldita, la amiga bendita, los monstruos, su vida, todo era tan dañino en ella que no podía ya despegarse de ninguno de aquellos elementos y, aunque no era feliz, ella simplemente conseguía un poco de paz era enredada en aquel mundo. Hasta que toco un día ya no sintió, Violeta se asustó y corrió, se encerró en su cuarto por más de dos semanas. Lloraba, se reía, se deshacía, sólo quería estar de nuevo entre toda aquella basura. Le dio la espalda a todo aquello, cuando por fin, tuvo agallas para salir de su encierro, fuera estaban, la droga maldita, la amiga bendita, la jeringa, los vicios, "El Caballo". Ella solo siguió su paso y fingió no verles, pero aún así, le siguieron... Que será de Violeta, hace cuatro días que no sé de ella...

martes, 15 de febrero de 2011

eL fAnGo, eL eSpEjO y eL dEsiErTo

Némesis y Estefanía, Rain y Claud, cada uno con características distintas, cada uno con vidas distintas, pero la vida como en un pequeño y extraño juego pareciera llevar patrones para practicar sus enseñanzas... Estefanía y Claud, Dos seres pensantes, dos seres amantes, radiantes, perfectos para los mundos de Némesis y Rain, que poco a poco se fueron mezclando y, casi paralelamente se convirtieron en un espejo, de vidas distintas pero realidades proporcionales. Estefanía usaba a Némesis, Claud a Rain, pero... Quienes eran los fuertes? Quienes los débiles? Dia a día Némesis y Rain, se castigaban, se hundían en un pozo, de frente, uno frente al otro comenzaron a ver sus rasgaduras, sus heridas, como un espejo sucio que mostraba algo distorsionado, tenían las mismas huellas de dolor, las mismas lágrimas saladas, la misma intensidad al amar aquellos dos, que solo los tenían como accesorio, un objeto utilizado para combinarlos con el atuendo del día... Némesis veia sangrar a Rain, a través de aquel espejo, le decía no llores, eres fuerte, esto no es lo que tu mereces, pero se daba cuenta que ella también lloraba, ella también se sentía débil. Rain trataba de sanar sus heridas pero el espejo era inquebrantable, era infranqueable... Y ellos se hundían entre fango y espinas, q cada vez rasgaban la piel de ambos creandoles nuevas heridas... Estefanía y Claud, solo miraban desde arriba de aquel pozo y decían, palabras absurdas, palabras estúpidas, que como abono hacían crecer aquellas espinas, Némesis trataba de romper aquel espejo, Rain trataba de burlar aquel reflejo, aquel fango crecía, aquellas espinas se incrustaban mas en sus humanidades... Tocaron fondo, entendieron que Estefanía y Claud eran tan dañinos, como aquel fango, como aquellas espinas, comenzaron a olvidar que pudieran salvarle, Rain y Némesis comenzaron a creer en sus reflejos, las espinas ya no dolían, ambos a través de aquel espejo, sabían cual era la herida que debían curar primero para no morir en el intento, Némesis se convirtió en la voz de Rain, Rain en la de Némesis, en una simbiosis, comenzaron a descubrir que ya la adicción al dolor provocados por aquellos Inicuos provenian de la fuerza que ellos le daban desde su corazón, aprendieron de sus errores y como por arte de magia, llego a ellos la solución, ambos elevaron sus miradas, observaron a sus captores Estefanía y Claud: -"Te perdono, ahora es el tiempo de mi felicidad y sobrevivir sin ti". Las espinas comenzaron a retroceder, el fango comenzo a ser menos denso, Rain y Némesis comenzaron a descender, casi inconsientes, observandose siempre a través de aquel espejo, como sus heridas iban cicatrizando mientras seguian descendiendo, su sangre ya no brotaba y el dolor cada vez era menos intenso. Aunq en aquel pantano todo fuese disipándose y el agua aclarándose, ambos seguían confundidos viendo fantasmas reflejados cada uno sobre el otro. En el fondo, no habia nada, solo un suelo, inerte, desierto, débil. Némesis, Rain y un espejo... Entendieron que ese desierto era su nuevo comienzo, solo mirando hacia adelante, sin cadenas, sin ataduras, sin vicios, sin Claud, sin Estefanía, nada más que recuerdos...

lunes, 7 de febrero de 2011

MaR dE GeNtE

Rojo, verde, azul, amarillo, blanco... Encienden, Apagan, cuerpos y más y cuerpos, juntos pero a la vez separados, cerca pero a un millón de kilómetros de distancia. Es sábado en la madrugada y dentro, no importa ni tu credo, ni tu raza, ni tu sexo, solo importa que te pierdas dentro del mar de gente, que nada al mismo ritmo, al son de la música. El pop-dance y el house se convierte en una fuerte ola y tu cuerpo fluye en ella, y luces van, luces vienen y, ahí dentro solo eres uno más que se mueve con esa corriente. Nada es muy grotesco, ni muy sobrio, ni muy loco, todos ahi dentro tienen su espacio, como el agua que se abre paso incluso entre muros de concreto. Donde alucinas con el baile y te abrazas a la cintura de quien tienes al lado. No te ven y aun así no eres invisible, solo eres una gota más en ese mar de gente, que quiere fluir tal cual tu fluyes. Donde la gente no teme al rechazo, porqu ahi dentro esa palabra no tiene cabida. Solo existe la revolución sexual, ella con él, él con ella, él con él, ella con ella, ellas con ellos, tríos, orgías, asexuales, fetichistas, sodomitas, todos juntos se aceptan dentro de una ola que se siente hermosa, una belleza inconfundible, indestructible, porque muestra todo lo que tienen y lo que saben. El mar de gente se convierte en luz, con tonos distintos, con mentes distintas, pero igual se transforman en hermosa luz. Y la música es el único idioma imperante, idioma que tu cuerpo habla perfectamente justo como todos los demás, tu cuerpo se vuelve elocuente y habla claro, habla alto ese idioma. Y mi cuerpo en ese mar de gente se pierde, entre risas, entre otros cuerpos, entre ritmos... Mientras te busco en ese mar, la gota que marca la diferencia en mí, te busco a tí...