jueves, 30 de abril de 2009

NuNcA...!!!

Nunca hubiese creído que tus latidos se escuchan mas fuertes mientras apoyo mi oído en tu espalda, mientras siento tu respiración y veo como me olvidas con cada exhalada de aire que haces. Nunca hubiese pensado que me marcaste dentro de un libro como un capítulo más para tu existencia, como si hubiese sido un crucigrama que perdió sentido al completar sus acertijos.
Nunca hubiese esperado agachar mi mirada en tu presencia y fingir que no te vi al pasar por mi lado, tratando de controlar cada nervio en mi cuerpo para no saltar sobre tí y besarte como siempre, sintiendo tus labios, labios que no se parecen a los de nadie más en este mundo.
No entiendo como nunca imaginé que podías irte, que podías dejarme, no entiendo como pude cansarte, quisiera correr más allá de mis límites y desaparecer en medio de una montaña, porque yo nunca hubiese pensado en existir sin tí a mi lado.
Porque no me veo riendo sin tí, porque no me hayo en las fotografías sino se encuentran en tu compañía. Déjame dormir un poco y dame esperanzas para mañana, porque nunca hubiese imaginado estar sonámbulo en tu ausencia, ayudame a descansar por esta noche para que mañana sea solo otro día en tu ausencia y lo sienta como tu sientes, solo un capítulo más, solo una experiencia más.
Nunca hubiese imaginado que no estás aquí aunque duermas a mi lado...

viernes, 17 de abril de 2009

HoLa, Me LLaMo eLeNa!!!

- Buenas tardes Sr. Me llamo Elena, desea ayudarme con la compra de un marcalibros, son baratos y bonitos... -Subí la mirada para ver la cara de quien se dirigía a mí. Era una joven de unos 23 o 24 años de edad, cabello suelto y enredado, pantalones negros desteñidos y roto a la altura de las rodillas, un poco sucia pero con una gran sonrisa y ojos vivaces.
- Hola Elena, no tengo dinero en efectivo, pero si tienes hambre te puedes sentar conmigo a comer y conversamos un poco.
- Gracias, pero no podría aceptarle su invitación, ud. está tan limpio y yo tan sucia...
- No es problema, puedes sentarte, pedí comida para dos, pero al parecer mi acompañante no llegará y pues... No me gusta comer solo. - Se sentó frente a mí, manteniendo la sonrisa y con un aspecto de curiosa, se tomaba una mano con la otra y bajaba la cara cada vez que la veía. Decidí preguntarle por su familia, solo se limitó a responder que no tenía, que desde que tiene uso de razón siempre ha vivido en la calle. Hablaba muy fluido y elocuentemente. Parecía ser que era alguien mucho más inteligente de lo que se notaba... Me arriesgué en preguntarle por qué trabaja en la calle y no estaba estudiando. Respondió sin dejar de sonreír: -No puedo, debo conseguir dinero, para irme, para mi comida y para otras cosas...
- ¿Viajas mucho?
- ¡Sí!
- Cuentame de tus viajes, por favor.
- No han sido gran cosa, salí una noche de Tovar, un pueblito en el estado Mérida cuando tenía 12 años, vine a Caracas, trabajé un tiempo en un parque, reuní una pequeña cantidad de dinero y viajé a Margarita, ahí trabajé en una pescadería, luego fuí a Puerto Píritu, Puerto la Cruz, Maracaibo, en fin, muchos sitios...
- Y... ¿Nunca has pensado en quedarte en un solo sitio?
- Las personas como yo, somos del mundo, no tenemos un sitio fijo porque no pertenecemos a alguien, además todavía me falta mucho por recorrer... Si viajo, no me doy cuenta de lo podrida o corroída que pueda estar una sociedad, porque siempre veo algo distinto, pero si permanezco mucho tiempo en un solo sitio, veré las fauces de un conglomerado de personas sedientas de poder... quizás hoy duerma bajo un puente, pero mañana puede ser frente al mar, en una montaña, en una plaza en Francia, o en las ruinas de un castillo en Irlanda, ¿Quien Sabe?
- ¿Eres Feliz?
- No soy feliz, porque aún vivo, por experiencia sé que las personas no son felices hasta que se hallan en el lecho de su muerte y ven lo que les rodea... Yo estoy conforme con todo lo que he podido lograr, pero seré feliz cuando una suave brisa en un campo de girasoles me quite el aliento y se lleve mi vida. Así podré morir feliz porque pensaré que son como miles de soles que me guían. - Saqué de mi bolsillo unos cuantos billetes de varias denominaciones y se los ofrecí, Elena me respondió:
-Muchas gracias por la comida, no se preocupe por el dinero... Lo dejaré porque debo seguir trabajando, me imagino que ud. También, quizás algún dia yo lo pague el almuerzo... Tome esto, un regalo, cuidese y que le vaya bien. - Se despidió con esa gran sonrisa, y me dejó un marcalibros, por un lado tenía un hermoso paisaje con unas montañas altas y un cielo azul, en el reverso había un pequeño párrafo que decía:
"El oro no siempre tiene que brillar para saber que es valioso. Usa tu energía como fuerza y tus sueños como trampolín. Mientras más confíes en tí, mayor será tu recompensa"
Subí la mirada pero ya no veía a Elena, guardé el marcalibros y me fui al trabajo. Y recuerdo por siempre, el Oro no tiene que brillar para saber que es valioso...

jueves, 2 de abril de 2009

-¡Sodomitas! ¡Infames! ¡Invertidos! ¡Lacras! ¡Basuras!

Eduardo lleva un secreto debajo de su ropa, ya ha sido rechazado una vez, dos veces, tres veces, por la maldita sociedad. Eduardo quiere a Donato, lo ama con locura, pero lo calla, lo esconde como el polvo que se barre y se echa bajo la alfombra, como si fuese algo prohibido.
Eduardo necesita escuchar a diario que no está errado que, su mundo no es alterno y que se puede querer a alguien de su mismo sexo. Pero se limitan a apretones de manos y miradas poco intensas.
La familia de Donato odia a Eduardo, porque piensan que él lleva a su hijo por un camino de perdiciones y de alejamiento del señor y el cielo. Donato no quiere separarse quiere seguir unido a Eduardo, pero se siente culpable, cree que nunca podrá entrar a los cielos por estar enamorado de alguien con quien no podrá nunca reproducirse.
Eduardo tiene un gran secreto por dentro, que sale y grita a mil voces cuando se encuentra junto a Donato entre un pequeño cuarto, donde se olvidan que existen dioses, donde se olvidan que son culpables, donde pecan, pecan y pecan, donde sus pieles se juntan y se vuelven la misma carne.
-¡Sodomitas! ¡Infames! ¡Invertidos! ¡Lacras! ¡Basuras!
Donato Toca su crucifijo y pregunta ¿dónde está Dios? ¿Estoy realmente abandonado? ¿Por qué mi madre me grita todas esas burdas palabras? ¿Estoy mal? ¿Soy realmente una basura? se abraza a Eduardo y quisiera dormir así siempre junto a él, sin necesidad de ocultar lo que son, sin que tengan que ir escondidos como perros con sarna.
Eduardo tiene un secreto debajo de su ropa, ama con locura a Donato, Donato tiene monstruos en su cabeza que chocan y se estrellan alrededor de sus tinieblas y solo en medio puede ver una imagen clara a "Eduardo".
Eduardo y Donato dos almas gemelas enredadas entre pieles, hostigados por sus padres huyen a hoteles careciendo de fortaleza, se desploman en el regazo de cada uno, llorando y besándose mientras sientan que es amor.
Aún en las noches cuando duermen juntos Donato se despierta aterrado escuchando la voz de su madre:
-¡Sodomitas! ¡Infames! ¡Invertidos! ¡Lacras! ¡Basuras!
Solo Eduardo lo controla y lo vuelve a hacer dormir, mientras se preparan en la mañana para ocultar su pasión y esconder debajo de sus ropas su secreto...