domingo, 25 de enero de 2009

Ven y arrópame cuando tenga frío, que mis manos están cansadas de abrigar. Necesito tanto de tí que te alejo por temor a necesitarte aún más, porque todos mienten, engañan, porque la gente vende su alma.
Ven y cierra mis ojos cuando esté durmiendo porque a veces ya no sé en que momento estoy soñando, porque hoy la gente ha traspasado la frontera de lo irreal y puedes encontrarte con cosas inimaginables.
Ven y víveme porque me está pasando la vida y yo sigo sin darme cuenta que lo hace, porque te he vivido, como viví a todos, ahora me toca a mí sentir dolor inconmensurable, sentir alegría infinita, ahora me toca ser vivido para lo bueno o lo malo.
Ven, mátame y revíveme, mátame y déjame reencarnar, mata mi corazón y mi alma, dame la tuya, mata mis penas, mata mi alegría, mata mi seguridad, mata mis miedos, llega y mata todo lo que encuentres en mí, como el verdugo que solo espera se dicte sentencia para dar paso a su ejecución.
Ven y hazme sentir, como jamás lo he hecho, ven y hazme ver que soy humano, ven y hazme ver que tengo nervios y que puedo morir. Haz que mis sentimientos salgan de ese confinamiento al que los arrojé y boté la llave.
Pero ven, que me estoy quedando sin sentidos, sin alma, sin palabras. Ven que se me está acabando la vida y no estás, ven que ya no puedo esperar sin quebrarme en mil pedazos, porque esto que dejaste ya no es vida, ven que ya es hora de sentir...