Antes de que empieces a gritar cierra la puerta, no quiero que otros escuchen la miseria que se ceba en esta casa...
Antes de que te quites la ropa cierra la puerta no quiero que otros vean los hematomas que te hago cada noche...
Después de encender la luz cierra la puerta, así el fantasma del clóset no te atrapará encerrándote entre sus cuatro paredes...
Después de reñir con tus padres porque no te dejaron ir a la fiesta en casa de Carolina, sube a tu cuarto y cierra la puerta, para que llores todas las lágrimas estúpidas por ser la única persona de tu entorno que no estará allí...
Cierra la puerta cada vez que tengas miedo o vergüenza, cierra la puerta cada vez que sientas que te persiguen para quitarte la cabeza. Porque todos creen que encerrados en sus mundos son fuertes y están a salvo porque todos creen que puede tenerse un propio cielo o un infierno al cerrar la puerta.
Por eso cierra la puerta cuando quieras mentir u ocultar, cierra la puerta cuando no tengas más soluciones, cierra la puerta cuando tengas tus adicciones, quizás dentro te sientes en un rincón y la soledad te dé armas para combatir...
Cierra la puerta mientras crees que tienes el control porque si te lo quitan, quedarás en el limbo, acabado, denigrado y transparente, para ser blanco de inocentes y malvados.
Cierra la puerta y échate en tu cama, cuando sientas que no puedes aportar una semilla a este mundo...
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