La música está a todo volumen, ensordeciéndo nuestros oídos, tú y yo gritándonos que nos hemos convertido en una miseria y no nos escuchamos, la música nos aturde pero el odio que sentimos el uno por el otro es más fuerte y hace que nos gritemos aún más. Tú me gritas no te escucho y, hay un niño llorando entre nosotros, sus gritos, tus gritos, mis gritos, la música, me enloquecen, me abruman. Nuestros mejores recuerdos están en la cocina, esperando para ser descuartizados en la cena. Y hay un niño triste esperando que esos recuerdos no termien servidos en nuestro comedor, siendo devorados por tu egoísmo o por mi indiferencia. Nuestra cama... EL epicentro de la gran guerra, minada por completo hasta el último rincón, llena de besos-zombies que deambulan en las noches, llena de abrazos caníbales, de una Ira que ha aumentado tanto su poder que es general en este campo de batallas y te mueve a tí como me mueve a mí cual piezas de ajedrez. Y hay un niño entre nosotros, condenado, llorando y gritando de impotencia, de ver como mueren las noches y tiene que presenciar como dos personas hacen todo lo posibles para convertirse en extraños, desgarrando con los dientes su carne y fingen al día siguiente que nada ha pasado.
Llora por ver como se desangra el amor, mientras que la desesperanza aprovecha ese momento y arremete contra su espalda empuñando un sable de discordia.
Ese niño soy yo, ese niño ha muerto por tu causa y por la mía, murió descorazonado y sin voz, no lo dejé hablar y tu lo dejaste de escuchar, con él murió mi felicidad, allí moriste tú también. Te espero con mi batallón al frente, esta noche,esperando verte caer primero, en el lugar de siempre... Nuestra Cama!!!!!
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