lunes, 7 de abril de 2008

¡¡¡A vEcEs TaMBiEn aSeSiNo!!!

Sí, ella lo ama y lo quiere, si le pide el alma, ella desgarraría su cuerpo solo por dársela, sí, ella lo amaba... Sin embargo él se perdía, agonizaba solitario, no quería compartir, no la dejaba entrar, creía que corrían juntos pero ya nadie hace eso, sólo se encuentran en un punto, se tocan y siguen corriendo individuales, solos. Ella se olvidó de existir para ser el apéndice de su amado. ¿Si olvidas tu vida, crees que vivirás la de alguien más?
Sí, ella lo odia y lo desprecia, si tuviese un arma la descargaría completa en la humanidad de él, sí, ella lo odiaba... Pero en el fondo quizás se odiaba a sí misma por tenerlo siempre en su mente, queriéndolo, amándolo, despreciándolo, odiándolo. ¿Era obsesión aquello? No importa si lo mata, no importa si lo ama, no importa la tortura, no importan las sonrisas, no importa nada, mientras fuese él, el que importara. ¿Era eso amor disfrazado de obsesión u obsesión confundido con amor? Al diablo si no lo veía, en su mente, ella corría detrás de él, saboreando el olor de la sangre de las heridas que ella hizo en el cuerpo de ese ser a quien no quería olvidar; y cuando no, era ella quien huía despavorida delante de él, esquivando inutilmente las estocadas mortales que inclemente él acertaba despìadado, riendo mientras ella se desangraba.
Eso es amor... ¿O lo que maquinaba su cabeza era obsesión?
Sí, es una obsesión y un encaprichamiento, le dejaría rosas hermosas en sus manos y rodearía sus tobillos con grilletes oxidados, así estaría él por siempre, bello e indefenso; sí, era una obsesión... Él era su víctima preferida, al que torturaba y sanaba para torturarle una vez más; A VECES TAMBIEN ASESINO, psicótico y pervertido que lograba aniquilar su vida y cortar su aliento. Ella en su mente lo enterró y dejó una rosa sobre su lápida "Aquí yace él: Odiado, querido, amado, detestado, sabio, inepto, fino y burdo amor de mi vida. Que En Paz Descanse" Así ella maduró. Él la olvidó, consiguió avanzar sin siquiera un rasguño de toda aquella enfermiza relación.
Sí, hoy se hablan y saludan cortesmente, no hay amor pero si afecto, se quieren sin amarse, sí, hoy se hablaron cortesmente...
Algunas veces en sus mentes, ella es su tirana y él también es su asesino...

No hay comentarios: