Anoche estuve mirando al cielo durante un buen rato, estaba todo muy nublado, pero a pesar de todo se sentía tan hermosa la noche, la luna brillaba un poco translúcida por el efecto de alguna nube pasajera, pero igual era encantadora, me maravillaba.
Una suave brisa soplaba y refrescaba mi piel, entonces llegó a mí ese dulce olor a café recien "colado", y me pregunté ¿Qué haría sin ese olor? Pues éste era uno de mis aromas preferidos, cerré mis ojos e inspiré lo más profundo que pude para que mis pulmones se llenaran de aquel olor, fue como si a medida que respiraba se proyectara una película en mi cabeza, odía ver ahí a todos mis seres especiales vivos o no, ríendo para mí, luego me vi viajando por todo el mundo, aspiré otra bocanada de mi buen café y de repente estaba parado frente a la torre inclinada de Pisa, ahora estoy en la torre Eiffel, volví a tomar aire, estoy en lo alto de la estatua de la Libertad, un suspiro más y ahora estoy en las Pirámides de Gizeh, y ahí mira, que bello el Partenón de Atenas.
Abrí nuevamente los ojos, el cielo seguía negro pero fantástico, mostrándome su inmensidad, era tanto lo que tenía por enseñarme y yo tan pequeño e inexperimentado delante de este cielo, que me sentí ignorante, me sentí ínfimo y solitario.
Deseaba vivir, para conocer lo hermoso de mi planeta antes que ocurriera el éxodo de los humanos a otra galaxia. Comencé a "tararear" "Moonlight Sonata de Beethoven" y emprendí otra aventura en un viaje astral nuevamente por todo el cosmo. Caí en cuenta que mi vida es solo un pedacito, una "migajita" de un gran pastel llamado humanidad, que pensé, desearía tener licencia de al menos unos ciento veinte años de salud para recorrer todo tu planeta, mi planeta, nuestro mundo.
"Tarareé" un poco más mi canción durante un buen rato, me estaba paseando por el teleférico de Mérida, por el monumento de la Virgen de la Paz en Trujillo, que hermosa mi Venezuela, estaba viendo el Salto Angel, mientras me daba un "chapuzón" en el Salto de la Llovizna...
Voy a colar un poco más de café para seguir viajando aunque sea virtualmente por todo este ensueño de marfil... Así que quizás me ausente por unos momentos, disculpen, les pido un PERMISO PARA VIVIR un ratico fuera de mí...
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